Cruce de mulas en la frontera argentino-boliviana. Ingresamos por el cruce La Quiaca-Villazón, situado a pocas cuadras de la terminal de micros.
El verano es temporada de lluvias en Bolivia. Ingresamos al país empapados. Las mulas trabajan bajo cualquier condición climatológica, y cargan a lomo cosas que parecen increíblemente pesadas. Ví cajas con latas de tomates, botellas de aceite, bolsas de cemento, semillas.
Daban ganas de ayudar a esta gente, mientras nosotros esperábamos para Migraciones con unos pocos dólares en el bolsillo... Es que uno se siente un poquito culpable hasta de sacarles una foto, como si fuesen un espectáculo. ¡Maldita mirada de turista burgués!
